En pocas palabras, una sala blanca es un entorno controlado en el que los contaminantes del aire y las superficies se vigilan constantemente y se controlan estrictamente. Este tipo de sala es esencial para procesos sensibles como la fabricación de microchips, productos farmacéuticos y determinadas investigaciones médicas o científicas. Una sala blanca va más allá de un entorno sensible normal y tiene normas estrictas sobre la cantidad y el tamaño de los contaminantes que se permiten en este entorno. Hay determinados filtros de aire, medidas y procedimientos de limpieza que son esenciales para mantener una sala blanca.
Especificaciones de filtración
La filtración del aire es uno de los aspectos más importantes del desarrollo de una sala blanca. El aire que entra en la sala debe filtrarse a fondo para cumplir las especificaciones de contaminación de la sala en cuestión. Por este motivo, las salas blancas están presurizadas. Esto significa que si el sellado no es perfecto, el aire sólo se escapa y no entra en la sala. El aire entrante se filtra primero mediante sistemas de filtros HEPA. El grado de filtración depende de la categorización de la sala limpia, que puede ir de ISO 1 a ISO 9, como se indica a continuación:
Tenga en cuenta que ISO (de la Organización Internacional de Normalización) no es el único sistema de clasificación reconocido para las salas blancas, aunque es uno de los más utilizados. Para que una sala limpia se considere tal, debe estar construida de arriba abajo para cumplir estas estrictas normas.
Cumplimiento de los niveles de contaminación aceptables
La categorización de la sala limpia determina las medidas que deben adoptarse para mantener su limpieza. Todas las personas que entren en la sala limpia deben llevar al menos una funda para el pelo y la barba (si procede), cubrezapatos, una mascarilla y una bata que cubra la ropa. En las salas limpias con requisitos más estrictos, también deben llevarse monos, guantes y cubrebotas.
La contaminación en una sala blanca puede proceder de dos fuentes principales: las personas que entran en la sala y el aire que entra en ella. Aunque los filtros HEPA o ULPA garantizan que el aire del exterior de la sala no entre sin una limpieza a fondo, la única forma de protegerse contra la contaminación humana es tomar las precauciones adecuadas. A las personas que utilizan una sala blanca también se les puede pedir que no lleven cosas como laca para el pelo, maquillaje y colonia para evitar la contaminación.
Proceso de limpieza
A pesar del cuidadoso control del entorno de una sala blanca, sigue siendo necesario mantenerla y limpiarla. Sólo hay determinados métodos y materiales que pueden utilizarse para que una sala limpia siga considerándose tal. Lo más importante es asegurarse de que todos los productos utilizados para limpiar la sala blanca estén homologados, es decir, que no dejen residuos ni partículas. Los materiales más utilizados para mantener este tipo de salas son
- Mopas de látex
- Poliéster cortado con láser o tejido
- Esponjas
- Alcohol isopropílico
- Alcohol polivinílico
Las salas blancas son entornos estrictamente controlados y se requiere formación para trabajar en ellas o limpiarlas. Sin embargo, con las precauciones adecuadas, pueden ser entornos muy útiles para preparar productos electrónicos, farmacéuticos y otros materiales sensibles.